viernes, 11 de enero de 2008

EL CONFLICTO COMO PARTE DE LA CONVIVENCIA ESCOLAR



¿QUÉ ES EL CONFLICTO?
El conflicto emocional: cómo favorecer la resolución constructiva.

Conflicto es aquella situación que surge cuando hay discordancia entre los intereses de alguien y las imposiciones externas que le vienen dadas.
Para muchos educadores/as el conflicto siempre es negativo y, por tanto, debe ser evitado.
En una escuela democrática el conflicto es una momento singular y privilegiado de la dinámica interpersonal que debe aprovecharse para sacarle el máximo partido.
El conflicto es algo natural, que debe enseñarse a manejar, en una educación que se fundamenta en el respeto a la diversidad e individualidad. Indudablemente en la afirmación de las diferencias y de su aceptación es donde nace la fuerza del grupo.

Es imposible concebir participación, disciplina y diálogo escolar sin aprovechar el conflicto como eje de la convivencia y sin establecer una estrategia general para su resolución.
Las consecuencias de un conflicto pueden ser negativas o positivas dependiendo de cómo se gestione. La violencia es una forma negativa y destructiva de solucionar un conflicto.
Cinco estilos de gestión de conflictos: (Bisquerra)
Competitivo, agresivo: yo gano/tú pierdes.
Colaborador, cooperativo: yo gano/tú ganas.
Transigente: yo te dejo ganar aunque no de buen grado, cedo.
Complaciente: Yo te dejo ganar pero cedo de buen gusto.
Elusivo: yo no veo ningún conflicto, lo niego.
Y hay una forma de enfrentarse al conflicto que es la no resolución (no se encuentra alternativa).
La resolución cooperativa:

Se articula en base a dos vertientes de trabajo:
Creación de un clima apropiado.
Compartir sentimientos, valoración de las aportaciones, adopción de una actitud positiva ante la vida en el Centro, respeto a todos los miembros, etc.
Actividades de autoconocimiento, habilidades sociales, etc.
Ejercicios socioafectivos.
Trabajo cooperativo en múltiples actividades.

Diseño de estrategias:
Orientar positivamente el problema. Explicitar los sentimientos negativos.
Definir el conflicto de forma conjunta, distinguiendo lo trascendente de lo que no lo es. Es la toma de conciencia del hecho desencadenante, de los factores que causan el problema , por qué ocurre, en qué contexto, y quiénes están implicados en él.
Idear alternativas entre todos y todas. En esta fase se trata de producir entre todos y todas, en grupo, el mayor número de soluciones posibles.
Evaluar las alternativas analizándolas críticamente y tomar una decisión considerando dos cosas, las consecuencias positivas que tenga esa solución y la posibilidad de llevarla a cabo.
Puesta en práctica de la solución adoptada, seguimiento y evaluación, estableciendo mecanismos para ello.


Es necesario:
- Crear un clima de confianza donde se dialogue y se acepten propuestas razonadas..
- Establecer normas claras de funcionamiento, enunciadas de forma positiva.
- Favorecer actitudes cooperativas.
- Organizar la clase de manera que sea el propio alumnado quienes contribuyan a estructurarla: trabajos comunes, tiempos, encargos, responsabilidades.
- Organizar actividades extraescolares o complementarias donde se de espacio y tiempo al fortalecimiento de las relaciones grupales y se de opción a la participación.
Las asambleas de clase constituyen sin duda, la base de la participación del alumnado en la clase y la forma colectiva de resolver los conflictos. Tiene que ser el momento que el grupo-clase destina para hablar de sus problemas, para tomar decisiones, para reflexionar sobre sí mismo.
El diálogo pasa a ser un elemento decisivo y sustancial de la convivencia.


La asamblea es un espacio de diálogo.
Es un instrumento para la integración grupal y la comprensión.
Es un ejercicio que favorece la autonomía y la mentalidad democrática.
Ayuda a los niños/niñas y adolescentes a construir su identidad social.
Debe ser un lugar de comunicación con el entorno del aula (centro, barrio, ..)
Tiene una organización propia y estrategias que es necesario aprender (existe un antes, un durante y un después de cada asamblea).


Es un órgano de gestión de la clase, de la organización y revisión de compromisos, de responsabilidades con el grupo, de seguimiento de acuerdos. Tiene que tener poder de decisión.
Las reuniones de delegados y delegadas debe coordinar los acuerdos de las distintas asambleas de aula en lo que se refiere a acciones que afecten a todo el Centro, o a veces como regulación de conflictos entre dos clases. Puede también tener un papel decisivo en la organización de actividades complementarias elegidas por el alumnado, la propuesta de campañas, fiestas, etc. Debe ser coordinada por algún profesor/a que represente y haga de puente con el resto del profesorado.
Es fundamental que tenga un margen de decisión propia y que se les tome enserio, es decir, que el resto de la comunidad educativa "se lo crea", y valore el que a participar se aprende participando si queremos hacer una escuela sentida por todos y todas.


El conflicto cognitivo:
Las teorías constructivistas del aprendizaje nos señalan el valor del conflicto cognitivo como generador de aprendizaje en los individuos.
Es posible crear situaciones donde el desacuerdo cognitivo del alumnado pueda tener una oportunidad en el aula, mediante argumentaciones, trabajo cooperativo de grupo, contraste de ideas, búsqueda de información y acuerdos.
El trabajo con alumnado diverso supone un entorno enriquecedor por lo que supone de posibilidad de encuentro y conflictos cognitivos entre el grupo.

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